¿Qué comer para preservar tus músculos y articulaciones?
Una dieta sana, variada y equilibrada puede contribuir en gran medida a una buena salud muscular y articular, centrándose más en la recuperación.
Uno de los objetivos será reponer las reservas de glucógeno, tanto muscular como hepática. Para ello, primero debes consumir carbohidratos complejos con un índice glucémico bajo: pasta; arroz, quinua, sémola (preferiblemente semientera o entera, cocida al dente). También es necesario consumir carbohidratos simples con un índice glucémico alto: bebida recuperadora, pasta de frutas, gel de carbohidratos, compotas, frutas, frutos secos, etc. para rejuvenecer inmediatamente.
Entonces, será interesante reconstruir tanto el músculo como las articulaciones, donde el objetivo de la dieta será asegurar la síntesis de proteínas, y así reparar el músculo tras las microlesiones creadas por el entrenamiento. Además, las proteínas forman parte de la constitución de huesos y cartílagos, pero también se utilizan en la producción de enzimas y hormonas. Además, participan en el desarrollo y reparación de tejidos. Para ello, es necesario consumir alimentos ricos en proteínas de origen animal (carne, pescado, huevos y determinados productos lácteos) y de origen vegetal, en particular legumbres secas, preparados a base de soja e incluso semillas oleaginosas.
Para las articulaciones será interesante optar por una dieta antiinflamatoria y rica en antioxidantes. Para ello, será necesario preferir las carnes blancas (y, por tanto, limitar las carnes rojas porque son inflamatorias), pero también los pescados grasos por su riqueza en omega 3.
Sumado a esto, varios estudios científicos han demostrado que el colágeno asociado a la vitamina C regenera profundamente las 3 dimensiones de las articulaciones (cartílago, tendones y líquido sinovial). Por eso, a continuación te presentamos algunos alimentos con altos niveles de estos 2 nutrientes:
- Colágeno: pescados grasos, carnes, frutos secos, lácteos, tuétanos y frutos rojos.
- Vitamina C: frutas, verduras y especias y hierbas.
Por último, una buena hidratación es fundamental para una buena salud articular y muscular. De hecho, ayudará a restablecer las reservas de sales minerales, pero también a prevenir la aparición de dolores. Para ello, es necesario beber agua rica en bicarbonatos y sales minerales (por ejemplo, Saint-Yorre, Vichy Célestin). De hecho, “el agua sigue a la sal”, y esta última permitirá una rehidratación y una recuperación más rápida.